Existen campeonatos nacionales de este deporte, con representantes de varias provincias del Ecuador. Se consideraba un deporte de los taxistas, quienes se concentraban en plazas y parques para jugar y apostar las ganancias del día, pero consiguió fama a escala nacional.
No importa la contextura de los jugadores, su estado físico ni su edad. El ecuavóley abre la puertas a cualquier elemento, pero el único requisito -según Carlos Tipaluisa, del norte capitalino- es tener "coraje" y "ñeque". "No importa nada, aquí vienen los muchachos hasta con los tragos encima, pero en la cancha sudan todo y dejan todo en la cancha", contó.
Las apuestas aún perduran, sobre todo en los juegos de barrio. Los jugadores, e incluso los aficionados, apuestan por uno u otro equipo. Dependiendo del juego, se reúnen entre 300 y 500 dólares.
Jorge Lincango, del equipo de La Villaflora, en el sur de Quito, reconoció que en la liga barrial se apuesta “durísimo”. “En los campeonatos se juega por la camiseta, por el amor al equipo, pero en el barrio es por las apuestas, por el dinero”, dijo.
A diferencia del voleibol, el ecuavóley tiene tres jugadores en cancha por cada equipo. El colocador es el encargado de ganar los partidos al poner el balón en el punto exacto en el que el rival no alcance.
El volador es el jugador que cuida las espaldas del servidor, a veces también del colocador. Él deben estar en capacidad de “volar” para salvar las bolas y evitar puntos en contra.
El servidor es el tercer elemento en cancha. Él debe levantar la bola a la altura de la cabeza y golpearla con la palma de la mano o con el brazo para que atraviese la red. Repite esta acción cada vez que se hace un punto o un cambio y trabaja desde el fondo de la cancha.
Estos tres elementos juegan formando un tridente, que impida que el balón caiga dentro de su área. Además, definen la estrategia para colocar los puntos en el espacio rival. Hay partidos que se definen a 15 ó 12 puntos cada set.
“Son tres sets por partido, se define al mejor de los tres, es decir que el ganador ganará 2-1 ó 2-0, ese es el resultado final”, contó Christian Hernández, jugador del equipo La Colonia.
En el ecuavóley se utiliza un balón reglamentario para el fútbol, una
número 5. Esta puede ser golpeada con cualquier parte del cuerpo de la
cintura hacia arriba, debe ser pasada al otro campo con uno, dos o tres
toques.