Cada equipo en pista está formado por tres jugadores: colocador, volador (jugador zaguero) y servidor. Se coloca a una altura de 2,85 m y tiene un ancho de unos 60 cm.
- El campo mantiene las mismas dimensiones de 9 m de largo por 9 m de ancho.
- Se juega con un balón de fútbol N°5.
- Se juegan los partidos a dos sets de 15 puntos y opción de un tercero de desempate, siempre que éste confirmado por ambos equipos en el reglamento.
APUESTAS Y ESTRATEGIAS
Como en los gallos o carreras de caballos, en el ecuavoley también hay apuestas. Prácticamente a veces el dinero circula más que en los propios bancos.
La tarifa baja es de 60 dólares por lado. Nadie se queda sin apostar, ni los que están sentados, pues ellos inclusive ponen en juego más dinero que los propios jugadores.
Realmente los precios varían entre 60 y 600 dólares por cancha.
Entre semana las apuestas son bajas, pero los días de descanso pueden alcanzar más de 600 USD.
En el ecuavoley donde ahora casi nadie juega por ´la camiseta´, todos participan, hasta las mujeres, quienes también tienen sus tarifas económicas.
El juego sucio también está presente. Antes y durante el partido hay amarres o simplemente se venden los jugadores. Este tipo de historias se repiten una y otra vez. También hay deportistas que no apuestan, pero arriendan su cuerpo para que otros apuesten.
Según Wilson, este tipo de trueques se denominan ´alquiler del cuerpo o juegue yo le caso´. Este tipo de frases son ya comunes en la familia de los “ecuavolistas”.
Las estrategias no se quedan de lado. Hay tácticas y técnicas antes y durante el partido. Por ejemplo, antes de cada saque el equipo planifica la estrategia que se aplicará en la jugada. Nada queda oculto.
Al final de los partidos los ganadores festejan el triunfo, mientras que los perdedores piensan en una revancha. Al final de la noche, los graderíos se quedan vacíos. Las familias antes escondidas en la multitud empiezan a reagruparse para ir a casa, pues la jornada ha terminado.
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